Afortunadamente, las opciones que tenemos disponibles para cuidar nuestra piel son muchas y cada vez más variadas. Esto nos abre un mundo lleno de alternativas para que no solo podamos elegir la más adecuada para nuestro tipo de piel, sino también para ampliar el tratamiento con productos específicos que, combinados correctamente, aseguran los efectos deseados e, incluso, los superan. En esta nota, te contamos en qué orden aplicar tus cremas faciales para potenciar los resultados. ¡Empecemos!

La importancia de conocer tu piel

¿Qué tipo de piel tengo? ¿Cuáles son las mejores cremas para pieles secas o grasas? Estas son algunas de las preguntas que surgen al empezar a usar productos para la piel y sus respuestas son sumamente importantes porque, si se eligen los productos incorrectos, los efectos no serán los que esperamos e, incluso, pueden ser contraproducentes. Por eso, el primer paso antes de implementar cualquier tipo de tratamiento cutáneo, es conocer cuál es tu tipo de piel y contar con el apoyo de profesionales del las áreas dermatológicas o dermocosméticas.

¿Por qué es importante el orden al aplicar cremas faciales?

Aplicar en el orden correcto nuestras cremas faciales es fundamental para lograr los resultados que esperamos porque, solo así, nos aseguraremos de que penetren de forma apropiada en la piel. Además, de esta forma vas a poder aprovechar mejor las propiedades de cada uno de ellos.

Al preguntarnos cuál es el orden de una limpieza facial, debemos saber que, como regla general, los productos más livianos se aplican primero y, los más densos, al final. Este punto es más que importante porque en la medida que apliquemos los productos de menor densidad primero, la penetración será más fácil y rápida para los que apliques después. En cambio, si primero aplicamos los más densos, estaremos generando una barrera de penetración para los siguientes, impidiendo así, que cumplan correctamente su función.

Orden de las cremas para la cara: ¿cuál se pone primero?

Toda rutina de cuidado facial empieza por la limpieza de la piel. Así que, antes de aplicar cualquier producto, es fundamental limpiarla con agua micelar, espuma facial o, en su defecto, jabón neutro, y luego secarla aplicando pequeños golpecitos.

Ahora sí, podés avanzar hacia la siguiente etapa de tu rutina de skincare. Al momento de la aplicación, te recomendamos seguir el siguiente orden:

1. Agua termal volcánica

   Tras la limpieza y, sobre todo si tu piel tiende a reaccionar irritándose luego del lavado y/o secado, el agua termal volcánica es una gran aliada, ya que aliviará rápidamente la irritación y te dará un efecto refrescante. Además de hidratar, suaviza y facilita la absorción de nutrientes.

   Su modo de aplicación no es directamente sobre la piel, sino que se vaporiza a 15 o 20 cm. y se deja actuar unos minutos.

2. Contorno de ojos

   Muchas veces, en las rutinas de cuidados faciales nos olvidamos de esta piel tan delicada y sensible a los efectos de factores del ambiente como lo es la de los párpados y la cola de las cejas. Contemplar su descongestión, nutrición y regeneración será clave para evitar ojeras, bolsas, líneas de expresión y arrugas.

   Como dijimos, el área ocular es una superficie muy difícil de tratar. Por eso, es importante saber cuándo utilizar contorno de ojos porque, dependiendo del caso, requerirá un tratamiento en casa o en consultorio. Ante todo, una buena evaluación.

   

    

3. Serum

   ¿Qué va primero? ¿El serum o la crema hidratante? Esta es una de las consultas más frecuentes y para responderla, tenemos que entender qué son los serums y para qué sirven.

   Los serums son productos a base de agua o aceite con ingredientes activos concentrados (como la niacinamida, la vitamina C y la tremella) y, por ser más ligeros y líquidos que las cremas, se absorben con más facilidad y potencian los resultados de las mismas, retrasando el envejecimiento, rellenando las líneas de expresión y funcionando como antioxidantes y antiinflamatorios. Por esta razón, se aplican antes que las cremas hidratantes.

   Son de uso diario y hay opciones para usar por la mañana o bien para incluir en tu rutina facial de noche. Solo tenés que aplicar de 3 a 5 gotas en toda la piel seca, sin enjuagar.

   Ahora bien, si querés aprovechar los beneficios que tienen los antioxidantes en la piel y que sus efectos duren por más tiempo, te recomendamos optar por un serum de vitamina C.
   
   
   

4. Crema hidratante

   La crema hidratante facial es uno de los productos más importantes de la rutina de cuidado de cualquier tipo de piel, porque todas merecen una hidratación adecuada. Es decir, no solo las pieles secas necesitan hidratación, sino que las grasas y mixtas también.

   Es uno de los productos más densos de la rutina, así que la aplicaremos casi al final y luego del serum. En general, los dermatólogos recomiendan cremas específicas para cada tipo de piel, no solo para lograr los efectos deseados, sino también para evitar reacciones alérgicas o lesiones.

   La aplicación diaria de crema hidratante sobre la piel tiene efectos inmediatos. Entre los beneficios de usar crema hidratante facial se encuentran:

   • El aporte y la retención del agua que necesitan las células de nuestra piel.
   • Nutrición en profundidad.
   • Protección ante los efectos de factores externos como el viento, el calor extremo o la contaminación del aire.
   • Fortalecimiento de la barrera cutánea.
   • Luminosidad y suavidad.
   • Prevención de sequedad, arrugas e imperfecciones.

¿Las cremas hidratantes se usan de día o de noche?

La respuesta a esta pregunta merece una explicación aparte. Así como nuestro organismo requiere que nos hidratemos constantemente, bebiendo 2 litros de agua diarios, nuestra piel también. Y ahí, cobran un rol preponderante las cremas hidratantes ya que, como su nombre lo indica, hidratan la capa más superficial de la piel y evitan que sean un punto de escape de agua. Dada su función, pueden aplicarse tanto de día como de noche (incluso muchas de ellas incluyen protección solar) y, a diferencia de las cremas nutritivas, no tienen componentes que no deban exponerse a la luz solar.

No usar protector solar es el principal motivo del envejecimiento cutáneo, además de ser uno de los causantes del aumento de cuadros de cáncer de piel, tanto en Argentina como en todo el mundo. Por eso, incorporarlo a tu rutina diaria es tan necesario.

En general, se recomienda usar, incluso en invierno, protector solar con factor de protección de 30 a 50 para que bloquee radiaciones UVA y UBV. Además, es aconsejable volver a aplicarlo cada 2 horas.

Con esta guía vas a poder llevar adelante el cuidado que tu piel necesita, pero esta es tan solo una parte del bienestar integral, ya que el proceso también pasa por dentro. La piel, el órgano más grande de nuestro cuerpo y la capa que nos conecta con el mundo exterior, está repleta de terminaciones nerviosas que procesan una cantidad inmensa de estímulos y es el fiel reflejo de lo nuestras emociones y estado de salud. Por eso, encontrar esa armonía interna y externa, ese equilibrio entre tu cuerpo, mente, espíritu y el entorno que te rodea, también te ayudará a lograr una piel saludable.

Si tenés dudas o comentarios sobre los productos que estás eligiendo para tu rutina facial o el orden en el cual aplicarlos, no dejes de escribirnos. Y si querés aprender todavía más, te recomendamos ver los 8 errores más comunes del cuidado de la piel.